Teniendo Fe
PASCUA – TEN UN POCO DE FE
La duda no debe apartarnos de Dios. La duda puede estimularnos a profundizar nuestra búsqueda de Él. Dios no le teme a tus preguntas. Vemos esto con frecuencia en los escritos de David en el libro de Salmos. Él continuamente procesaba sus sentimientos de duda, dolor y frustración.
“¿Hasta cuándo he de estar angustiado y he de sufrir cada día en mi corazón?”
Salmo 13:2a
En muchos de los capítulos vemos a David lleno de preguntas, pero sus preguntas siempre lo acercan más a Dios. Lo llevan hacia un lugar donde confía en Dios y declara Su verdad.
“Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación. Canto salmos al Señor. ¡El Señor ha sido bueno conmigo!”
Salmo 13:5-6
La duda es a menudo calificada como un problema intelectual, pero con David vemos que generalmente hay capas más profundas en el corazón. Explora tu corazón. ¿Qué daños y ofensas salen a la luz en esta temporada? ¿Cuáles de tus preguntas son en realidad una cortina de humo para evitar que admitas heridas y quebrantos profundos?
“Practica el hábito de remover tu mente a fondo para analizar aquello en lo que has creído con facilidad. Tu postura no es realmente tuya hasta que la haces tuya a través del sufrimiento y el estudio.” — Oswald Chamber
Qué hacer cuando fluctúa tu fe
Hablar con Dios
Muchas personas (¡tal vez tú también!) verán tus preguntas como una amenaza; sin embargo, Jesús nunca evadió preguntas difíciles. De hecho, era Él quien generalmente hacía las preguntas duras. Cuando otros te acusen, o tú mismo lo hagas, recuerda que Dios no se avergüenza de ti, y Él no teme a tus preguntas.
Ir a la iglesia
Es fácil caer en la trampa de creer que la duda te aparta de la familia de Dios. Pero eso no es verdad. Estás a salvo en la familia de Dios, en tu hogar entre padres, madres y hermanos confiables en la fe.
Practicar la gratitud
Los tiempos de duda tienden al cinismo y a la amargura. Lo mejor para combatir esto es el simple acto de decir “gracias”. Toma tiempo para reconocer los innumerables regalos que te han ofrecido y recuerda todo lo bueno que has transitado.
Estar con amigos
Sé sabio acerca de las personas que dejas entrar en tu entorno. Mira a tu alrededor. ¿La vida de quién admiras? Tal vez es un pastor, un mentor, o quizá es un amigo de la iglesia. Busca una persona cuya vida y voz admires, y déjala entrar en tu historia.
Leer un libro
Puede servir de ayuda escuchar distintas voces en las que confías. Tal vez pueden ofrecerte una perspectiva diferente o hacerte sentir más comprendido.
“La duda es dolorosa… pero su dolor es más activo que pasivo, y más purificante que aturdidor. Muy por debajo, sin importar cuán severa sea la sequía, cuán profundamente tu escepticismo pareciera haber salado el suelo de tu alma, tu fe, la fe perdurable, está constantemente echando raíces.”
— Christian Wiman
El camino de superar la duda y de construir una fe perdurable puede parecer largo y sin esperanza. Si quieres dar hoy un paso hacia Dios, puedes comenzar haciendo esta oración:
Dios, ¿me encontrarías en este lugar de duda?
Oro para que sanes las partes de mi vida que están llenas de dolor.
Ven y toca las áreas de mi vida que necesitan de Tu sanidad, y alcánzame con Tu gracia.
Responde mis preguntas con Tu verdad. Te doy gracias porque siempre eres paciente conmigo.
Señor, te entrego mi incredulidad, mi miedo y mis luchas.
Fortalece hoy mi fe, y revélate a mí.
Amén.